La sociedad siempre ha engrandecido a los genios y se ha encargado de que sus nombres perduren durante generacones. Pero a veces, las personas grandiosas también reflejan grandiosas sombras.
Hoy quiero hablar de una sombra en especial; su nombre nuca se encontrará entre los escritores más leidos, quizás nadie le dedique una oda, ni sea conmemorado por su trabajo con una gran ceremonia. Es posible que su obra quede en el olvido, y seguramente nadie haya oido hablar de él. Sin embargo, hoy quiero hacerle un pequeño homenaje. Quiero que al menos un reducido grupo de amantes literarios dediquen su tiempo en leer unas palabras escritas en su honor.
Su nombre es John William Polidori; y el fantasma que lo atormentó fue Lord Byron.
Polidori comenzó sus estudios de medicina con tan solo 16 años y se licenció a los 19. Aunque su corazón anhelaba otro deseo: convertirse en un verdadero escritor. Así que se dejó encandilar por el famosísimo Lord Byron y lo acompañó como médico personal durante sus viajes por Europa. Lo que parecería el comienzo de una gran amistad se transformó en la gran pesadilla de Polidori, pues el pobre siempre tragó los insultos y desprecios del admirado aristócrata.
Nuestro protagonista escribió varias obras, pero sin duda la que logró más éxito fue un ralato de terror que nació en una conversación entre Mary y Percy Shelley, Byron y Polidori. La historia se titulaba El Vampiro. Como era de esperar, Byron no puedo soportar el triunfo de su médico y divulgó que él era el auténtico autor.
Su vida carecía de sentdo, así que decidió acabar con ella en 1821, a la temprana edad de 26 años. Este final romántico fue ocultado por la familia, pues quiso evitar el escándalo, siendo tal vez el único gesto que realizó con verdadera pasión.
Y así acaba la vida de un hombre con grandes sueños pero que no tuvo el corage o la suerte de lograrlos.
Ahora es el mismo Polidori el que nos pasa su legado. Estamos llenos de ilusiones y ambiciones, sólo necestamos valor para alcanzarlos. Cuando lo hagamos, tendremos otra misión: intentar borrar las sombras que vayamos dejando a lo largo de nuestra vida, porque al fin y al cabo todos deseamos la grandeza, pero en honor a Polidori, logremos que nuestra grandeza no ensombrezca, sino que alumbre.
Esperanza.
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